Una fístula anal (también llamada fístula en el ano) es un pequeño túnel que se origina desde una abertura dentro del canal anal y termina en una abertura exterior cerca del ano. Una fístula anal es amenudo el resultado de un absceso anal anterior. Hasta el 50% de las personas con un absceso desarrollan una fístula. Sin embargo, una fístula también puede ocurrir sin un absceso. Lo mismo que ocurre con los abscesos, hay varios tipos de fístulas dependiendo de la porción del recto y del ano que afecten.

  • Fístula superficial
  • Fístula interesfinteriana
  • Fístula transesfintériana
  • Fístula supraesfinteriana
  • Fístula extraesfinteriana

La cirugía es casi siempre necesaria para el tratamiento de una fístula anal. En muchos pacientes, si la fístula no es demasiado profunda, se realiza una fistulotomía. Durante esta cirugía, se abrirá la vía de la fístula para permitir la cicatrización desde abajo hacia arriba. La cirugía puede requerir la división de una pequeña porción del músculo del esfínter. Si el trayecto de la fístula afecta a una mayor parte del músculo del esfínter, será necesario realizar otras cirugías que intentaran cerrar la fístula sin cortar el músculo. Los casos más difíciles pueden requerir múltiples cirugías.

En general, los antibióticos solos no son eficaces en el tratamiento de  las fístulas. El uso de antibióticos puede ser necesario, además de la cirugía, en los supuestos de que el paciente tenga  problemas inmunológicos, tenga condiciones específicas de válvulas cardíacas o celulitis generalizada (una infección bacteriana de la piel y los tejidos debajo de la piel).

Referencia: FASCRS