La incontinencia fecal (también llamada incontinencia anal o intestinal) es la capacidad deteriorada para controlar el paso del gas o de las heces. Este es un problema común, pero a menudo no se discute debido a la vergüenza. Si el paciente no busca tratamiento puede resultar en aislamiento social y un impacto negativo en la calidad de vida.

Causas:

Lesiones relacionadas con el parto: Esta es la causa más común, como resultado de un desgarro en los músculos anales. Los nervios que controlan los músculos anales también pueden ser lesionados, lo que puede llevar a la incontinencia. Algunas lesiones pueden detectarse inmediatamente después del parto; Sin embargo, muchos pasan desapercibidos hasta que causan problemas más adelante en vida. Puesto que puede ser años después de dar a luz, el parto no es a menudo reconocido como la causa del problema.

Trauma a los músculos anales: Las operaciones anales o lesiones traumáticas en los tejidos cercanos a la región anal pueden dañar los músculos anales y disminuir el control intestinal.

Pérdida de la fuerza muscular anal relacionada con la edad: Algunas personas pierden gradualmente la fuerza muscular anal a medida que envejecen. Un problema leve de control puede haber existido cuando eran más jóvenes, pero esto empeora más tarde en la vida.

Enfermedades neurológicas: El accidente cerebrovascular grave, demencia avanzada o lesión de la médula espinal puede causar falta de control de los músculos anales, lo que resulta en incontinencia.

Síntomas:

Los síntomas pueden variar de leves a severos. Los casos leves sólo pueden implicar dificultad para controlar el gas. Los casos graves pueden conducir a una incapacidad para controlar las heces. Todas estas condiciones requieren una pronta evaluación por un médico coloproctologo.

Diagnóstico:

Se debe realizar un interrogatorio en el cual se discuten los antecedentes del paciente, medicamentos, cirugías y padecimiento que puedan estar relacionados a la incontinencia. Posterior a esto se realiza un examen físico de la región anal. El examen puede identificar fácilmente una lesión obvia a los músculos anales y su médico decidirá si se necesitan pruebas  complementarias para confirmar el diagnóstico. 

Tratamiento:

Existen opciones de tratamiento quirúrgico y no quirúrgico que varían según la causa y la gravedad del problema. Su cirujano de colon y recto discutirá diferentes métodos de tratamiento y le ayudará a decidir qué enfoque es mejor para usted.

Referencia: FASCRS